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|| Rago:
“La Policía no está desbordada” |
La
afirmación del flamante jefe del Grupo
Antisecuestros de la Bonaerense se produce
en medio de una creciente ola delictiva.
Además reconoció que "es muy difícil
confiar en la Policía", pero que van
a demostrar que son profesionales y
que saben trabajar.
El
director de la flamante Unidad Especial
Antisecuestro bonaerense, comisario
inspector Daniel Rago, reconoció hoy
que "es muy difícil confiar en la Policía"
frente a un caso de rapto, pero advirtió
que para revertir la imagen negativa
frente a la opinión pública “debemos
demostrar que somos profesionales, que
sabemos trabajar". Al mismo tiempo,
Rago aseguró que la fuerza "no está
desbordada", como opinaron algunos funcionarios,
entre ellos su propio superior, el Superintendente
General de la Policía Bonaerense, comisario
general Alberto Sobrado. Y sostuvo que
"con más personal volcado a las calles
vamos a quitar un poquito esa sensación
de inseguridad, y el delincuente no
va a estar tan tranquilo caminando por
la calle". Rago llamó a la ciudadanía
a darle una carta de crédito a la fuerza.
"Primero tenemos que demostrar que somos
profesionales, que sabemos trabajar,
y después todo el mundo va a confiar
en nosotros", aseguró. Según Rago, "lo
más importante es que la familia sepa
que la Policía no va a hacer absolutamente
nada sin su pleno y total consentimiento.
Vamos a estar trabajando con ellos".
"Nosotros aconsejamos, asistiremos psicológicamente,
pero la decisión final, por razones
lógicas, las tomará la familia, aunque
ya tenemos casos en los que, aún pagando,
no nos aseguran la vuelta con vida",
remarcó.
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|| INSEGURIDAD
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Encontraron
a la nena raptada en Flores Fue abandonada
por los delincuentes en La Matanza y
no sufrió ningún daño. La criatura había
sido secuestrada esta tarde por cuatro
hombres, frente al colegio del Santísimo
Rosario.
La
niña raptada hoy en proximidades del
colegio Guardia de Honor del Santísimo
Rosario del barrio porteño de Flores
fue encontrada por la policía en La
Matanza, en el conurbano bonaerense.
La información fue suministrada por
fuentes policiales de la comisaría 38,
que dijeron que la nena fue abandonada.
La pequeña fue recibida en la comisaría
8va. de La Matanza, agregaron los voceros,
donde se reencontró con su madre y su
pareja. Ahora los investigadores tratan
de establecer si se trató de un secuestro
frustrado o si fue el resultado de un
conflicto familiar.
Un
vecino de la localidad de Lomas del
Mirador fue quien dio aviso a la Policía
de que la nena se encontraba sana y
salva. Según afirmó, un hombre se le
acercó con la nena en brazos y se la
dejó avisándole que era la niña secuestrada
en Flores. Cómo fue el secuestro El
secuestro había ocurrido esta noche
en la puerta del Colegio Guardia de
Honor del Santísimo Rosario, situado
en Lautaro al 800 de Flores Sur. El
padre de la víctima, Alberto Rosales,
de nacionalidad boliviana y dueño de
una remisería, había llegado llegó a
bordo de su automóvil Ford Escort celeste
hasta la escuela junto a su beba Rocío.
Cuando el hombre se bajó en espera de
su hija Mélanie irrumpió en el lugar
otro Ford Escort, de color blanco, con
cuatro hombres a bordo, dos de los cuales,
armados y con chalecos antibala colocados,
descendieron y abordaron al hombre.
Tras un forcejeo con los hombres vestidos
con prendas similares a las policiales,
el agredido fue arrojado al piso, insultado,
golpeado y esposado, mientras uno de
los delincuentes se apoderaba de la
nenita, a la que introdujo en el otro
auto. Desesperado, el hombre logró romper
uno de los vidrios de su auto golpeándolo
con sus manos esposadas, pero los cuatro
hombres huyeron en ambos vehículos con
la niña en su poder. De inmediato la
policía montó un importante operativo
cerrojo, sobre todo en la autopista
Ricchieri y la calle Remedios de Escalada,
por donde habrían escapado los secuestradores
en los dos automóviles. Los investigadores
policiales aseguraron que el automóvil
Escort en el que viajaban los secuestradores
estaba preparado para cometer ilícitos,
ya que la patente que llevaba (DIA829)
pertenece en realidad a un Fiat Duna.
El hecho que conmocionó a toda la Capital
Federal ocurrió cuando el lugar estaba
repleto de padres de los alumnos que
en ese momento cantaban el arriado de
la bandera para retirarse. Tras ocurrir
el violento episodio, las autoridades
del colegio religioso cerraron inmediatamente
las puertas del establecimiento para
proteger a sus alumnos, quienes recién
pudieron salir de la escuela una hora
después cuando sus padres los fueron
a buscar.
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|| Crearán
un grupo antisecuestros |
El
ministro de Justicia bonaerense, Juan
Pablo Cafiero, anunció la creación de
un grupo especial para luchar contra
secuestros extorsivos y express. Dijo
que "tendrá como pilar fundamental la
defensa de la vida del secuestrado".
Y afirmó que no pide el respaldo de
la Policía porque su "único respaldo
es el del gobernador".
El
ministro de Justicia y Seguridad bonaerense,
Juan Pablo Cafiero, anunció esta tarde
la creación de un grupo especializado
de la Policía provincial para la lucha
contra secuestros extorsivos y express.Serán
200 hombres que tendrán una coordinación
unificada, aunque rotarán por las zonas
más afectadas.
El funcionario dio la noticia en una
conferencia de prensa brindada en la
ciudad de La Plata junto a la plana
mayor de la Policía, donde también anunció
una serie de programas a implementar
para ampliar la capacidad de las cárceles.
Cafiero explicó que el nuevo grupo antisecuestros
"trabajará en coordinación con la familia
de la víctima y tendrá como pilar fundamental
la defensa de la vida del secuestrado".
"No pido el respaldo de la policía;
mi único respaldo es el que me da el
gobernador de la provincia de Buenos
aires. Ese el respaldo que yo necesito
para trabajar", afirmó el ministro.
Por
otra parte, aseguró que la Policía "no
está sobrepasada y está en la calle
combatiendo el delito". Además, prometió
que “la gente va a notar más presencia
policial en las calles"
Según
dijo Cafiero, se remodelarán dos unidades
penitenciarias y se realizará un acuerdo
con Gendarmería para que esta fuerza
ceda uno de sus edificios en la ciudad
de Mercedes, con el fin de alojar detenidos.
Ampliación
del sistema carcelario
Además
de la creación de la nueva brigada,
el gobernador Solá anunció que "iniciaremos
la ampliación de las cárceles de Florencio
Varela y Campana y firmaremos con Gendarmería
Nacional" la cesión de un edificio en
la ciudad de Mercedes para que sea utilizado
por el Servicio Penitenciario Provincial.
También anticipó que, vía fondo fiduciario,
se construirán dos cárceles: una en
la localidad platense de Gorina, a 15
kilómetros de esta ciudad, y otra en
Magdalena, y señaló que se planifica
la creación de otras cinco unidades
en un futuro próximo.
Reunión por la inseguridad en la provincia
de Buenos Aires
Durante
las primeras horas de la mañana de hoy,
el presidente Eduardo Duhalde había
analizado con el gobernador Felipe Solá
la posibilidad de crear "una brigada
antisecuestros", para hacer frente a
la ola delictiva en el conurbano bonaerense.
El
Presidente estuvo reunido con el mandatario
bonaerense, el ministro de Justicia
y Seguridad de la Nación, Juan José
Alvarez, y su par provincial, Juan Pablo
Cafiero, para buscar una solución a
la creciente violencia en territorio
provincial.
De
la reunión, que se realizó en la sala
de Situación de la Casa de Gobierno
y se extendió alrededor de dos horas,
participaron también los jefes de la
Gendarmería, Hugo Miranda; y de la Prefectura,
Juan José Beltritti; y el viceje de
la Policía Federal, comisario general
Julio Peremateu. También estuvo presente
el superintendente de la Policía Bonaerense,
Alberto Sobrado.
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|| LA
INSEGURIDAD EN UN PUNTO LIMITE |
A
Diego Peralta le pegaron varias puñaladas
antes de tirarlo a la tosquera
Una
fue en la garganta y, según los peritos,
era mortal. Datos preliminares de la
autopsia indican que estuvo alrededor
de 15 días en el agua. Aún nadie pudo
explicar por qué lo asesinaron.
Le
dieron entre siete y diez puñaladas
con un cuchillo de hoja dentada, bien
casero. Al menos una fue en la espalda,
otra en un costado del cuello y el resto
en la garganta, con saña. "Como si al
asesino le hubiera dado un ataque de
locura", indicó una fuente del caso.
Le ataron las manos con un cordón de
zapatillas, tal vez de las suyas, y
lo tiraron al agua de una tosquera cuando
todavía tenía un hilo de vida. Diego
Peralta habría muerto alrededor de 15
días antes de que lo hallaran, según
los primeros datos de la autopsia.
Diego
apareció muerto el lunes al mediodía,
38 días después de que dos hombres vestidos
como policías lo secuestraran en El
Jagüel (Ezeiza) y pidieran un rescate
de 200.000 pesos. Tenía 17 años y era
hijo de un repartidor de gaseosas que
sólo pudo pagar 9.000 pesos y 2.000
dólares. Hasta anoche su crimen no tenía
explicación: sus vecinos acusan a policías
de la Bonaerense, sus familiares critican
la forma en que se investigó el caso
y creen que lo mataron porque reconoció
a alguien, y los investigadores no dicen
nada.
Por
el momento, el juez federal Carlos Ferreyro
Pella sólo dejó trascender algunos indicios:
apartó completamente a la Policía bonaerense
del caso y puso a trabajar de lleno
a la Federal. El Departamento de Delitos
Complejos de esta fuerza ahora investiga
el secuestro y sus colegas de la División
Homicidios están interviniendo en todo
lo relacionado al asesinato.
El
cuerpo de Diego era velado anoche ante
una multitud dolorida y pacífica. Su
hallazgo había generado, en cambio,
una violenta manifestación que terminó
con el incendio de la comisaría de El
Jagüel en la noche del lunes. Ayer,
la única violencia fue verbal: desde
distintos sectores políticos se cruzaron
durísimas acusaciones sobre el problema
de la seguridad.
El
tema preocupa a todo nivel, con una
inseguridad que parece haber alcanzado
un punto límite. En las últimas horas
aparecieron tres hombres acribillados
a balazos dentro de un auto en José
Ingenieros; un hombre fue asesinado
frente a su bebé en Tigre; mataron a
un policía de la Federal en San Fernando;
y una mujer apareció descuartizada en
Pilar.
La
investigación de la muerte de Diego
se centró ayer en su cuerpo y en la
tosquera de Quilmes donde apareció.
Los primeros resultados de la autopsia
—se harán más estudios— revelaron que
no fue desfigurado. Tampoco fue degollado,
como se dijo: las únicas heridas que
tiene son puñaladas en el cuello y en
la espalda. Una de las que recibió en
la garganta era mortal. Murió desangrado
o ahogado: tenía plancton en los pulmones.
Cuándo
lo mataron es aún un misterio, porque
el agua congelada de la tosquera —alcanza
los cinco grados— alteró los rastros.
"Creemos que lo tiraron allí hace al
menos 15 días", dijeron fuentes del
caso.
También
se investiga la forma en que lo tiraron.
La División Homicidios de la Federal
trabajó ayer todo el día en la tosquera,
con el apoyo de buzos tácticos. A pesar
de que se negaron a hacer comentarios,
otras fuentes señalaron que lo más probable
es que los asesinos hayan llegado al
lugar por la autopista Buenos Aires-La
Plata y desde allí lo hayan tirado.
Es probable que le ataran un peso para
hundirlo, dado que sus manos estaban
unidas con un cordón que tenía un extremo
roto, como si hubiera estado amarrado
a algo.
Más
allá de estas cuestiones, los grandes
interrogantes están relacionados con
los motivos del secuestro y el asesinato.
Una hipótesis es que hayan confundido
a Diego con el hijo de otra persona,
tal vez de la zona. Otra versión, surgida
de fuentes policiales bonaerenses, es
que el padre del chico habría dado información
para detener a una banda de piratas
del asfalto que ahora se vengó. Y la
tercera, sostenida con fuerza por los
vecinos de El Jagüel, es que lo mató
un grupo de policías porque su familia
se negaba a pagar coima. Esto se apoya
además en el hecho de que el subcomisario
que arrancó la investigación del caso
terminó detenido por extorsión
Los
padres de Diego negaron esta última
posibilidad. "Yo no estaba amenazado
y mi hijo no tenía ninguna culpa que
pagar", aseguró Luis Peralta. También
desmintió que le pidieran coimas para
poder trabajar o para no hacerle una
multa a su hijo, que solía conducir
sin registro. Su esposa, Emilse, habló
en igual sentido. Pero agregó: "La Policía
investigó mal desde el principio. Mi
marido me dijo que no sabía si había
hecho bien en dejar ingresar a casa
a policías bonaerenses".
La
mujer reclamó "pena de muerte" para
los asesinos de su hijo. "Era un angelito,
recién empezaba a vivir. Yo creo que
lo mataron porque los reconoció y él
era muy impulsivo. Lo peor es que los
que saben algo no se animan a hablar
porque la Policía domina todo", indicó,
sin dar más precisiones. Luego contó
un antecedente que agrega más intriga:
"En abril, dos hombres encapuchados
lo quisieron agarrar a Diego en la puerta
de casa. El escapó corriendo. La Policía
no nos quiso tomar la denuncia porque
dijeron que no había pasado nada. Pero
yo, desde ese día, viví con el corazón
en la boca".
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|| APURAN
UNA REFORMA PARA SEPARAR SEGURIDAD Y JUSTICIA
EN LA PROVINCIA |
Desdoblan
el Ministerio, pero Solá dice que Cafiero
se queda
Se
lo dijo anoche a Clarín el gobernador
bonaerense al final de un día de mucha
tensión. Sin embargo, fuentes oficiales
dijeron que Cafiero dejaría el cargo
después de la reforma ministerial.
La
espiral de violencia de las últimas
horas precipitó una profunda reestructuración
en el gobierno de Felipe Solá, que incluye
la división de Seguridad y Justicia
en dos ministerios diferenciados, la
megafusión de otras carteras en un "superministerio"
y la creación de una jefatura de gabinete,
con funciones similares a la que funciona
a nivel nacional.
El
dato político más sobresaliente de toda
esta movida es cómo seguirá la gestión
de Juan Pablo Cafiero al frente del
área de Seguridad. Fuentes ligadas a
la gobernación bonaerense aseguraron
que "Juampi" dejaría el cargo apenas
sea aprobada la modificación a la ley
de ministerios.
Si
embargo, anoche Solá se comunicó con
Clarín para fijar su posición: "El ministro
de Seguridad seguirá siendo Cafiero,
aún después de la reforma", dijo. Y
se excusó de abundar en detalles.
Anoche,
en efecto, Solá no le había pedido la
renuncia a Cafiero, una manera de preservarlo
políticamente. Estaban reunidos, a solas,
en la residencia oficial.
Según
fuentes oficiales, Solá no quiere desprenderse
del frepasista. Piensa que, aún si debe
desplazarlo de Seguridad, podría ocupar
otro cargo de importancia en la provincia.
Como el Ministerio de Trabajo y Desarrollo
Humano, por donde pasan todos los fondos
destinados a la ayuda social, o la cartera
de Justicia que surja de la inminente
reforma.
Buscando
un relanzamiento de su gestión, Solá
venía masticando hace rato la reestructuración
del gabinete. Pero todo se precipitó
ayer, sobre el final de un día cargado
de conmoción social por el aumento de
la violencia en varios delitos. Fue
en una reunión entre el gobernador y
varios legisladores provinciales del
peronismo, muchos de ellos enfrentados
a Solá.
La
crisis de la seguridad determinó que
esta semana el proyecto del Ejecutivo
provincial tome estado parlamentario.
Su aprobación es casi segura porque
la oposición ya habría asegurado su
cooperación a la hora de reunir el número
necesario en la Legislatura.
"Hay
que salvar a Juampi", le dijo anoche
a Clarín un estrecho colaborador de
Solá. Aludía a la pelea política que
había comenzado a manifestarse con las
declaraciones del subsecretario de Seguridad,
Marcelo Saín. Número dos de Cafiero,
Saín denunció que el aparato del PJ
bonaerense es responsable de un presunto
complot para voltear al ministro.
"Nosotros
molestamos por dos razones: no pertenecemos
al peronismo de la provincia y no estamos
dispuestos a que el ministerio avale
ningún tipo de financiamiento de la
política utilizando algún sector policial
", había dicho el funcionario.
La
denuncia es grave: ese supuesto financiamiento
se haría a través de actividades ilegales,
como el narcotráfico, el juego clandestino
y la prostitución.
Tamañas
declaraciones cayeron en medio de la
conmoción social por el crimen de Diego
Peralta —encontrado el lunes en una
tosquera de Quilmes—, aunque Saín aclaró
que la denuncia no tiene que ver con
ese episodio. En todo caso, sirvieron
para que el PJ bonaerense, hegemonizado
por el duhaldismo, se pusiera en alerta.
Su
mesa de conducción debatió ayer toda
la tarde en la sede porteña del partido.
Y Solá habló al menos dos veces por
teléfono con el presidente Eduardo Duhalde.
Teóricamente salió un acuerdo para frenar
cualquier ofensiva duhaldista sobre
el gobernador. En los próximos días
se verá si eso es cierto.
En
el medio de esa pelea, está la seguridad
de 13 millones de bonaerenses. Está
claro que la breve gestión de Cafiero
en el ministerio del que depende la
Policía bonaerense —asumió hace poco
más de un mes— se consumió con la escalada
de secuestros y episodios violentos
seguidos de muerte en el territorio
bonaerense.
Volvamos
a la reforma ministerial.
Con
el desdoblamiento de Seguridad y Justicia,
Solá busca recuperar la iniciativa en
un tema que amenazaba con hacer derrumbar
su gestión.
Pero
el proyecto tiene otros ejes. Crea una
jefatura de gabinete, que dependerá
directamente del gobernador. Hay danza
de nombres para ese cargo: el actual
ministro de Gobierno, Osvaldo Amieiro;
el de Producción, Federico Scarabino
o el titular de Lotería, Rafael Magnanini.
También nace un "superministerio" en
base a la unión de las carteras de Agricultura,
Producción y la secretaría de Medio
Ambiente. El diputado provincial Alfredo
Meckievi podría ocupar este cargo.
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|| LIBERARON
A LA ESPOSA DE UN EMPRESARIO SANJUANINO |
"Si
me van a matar, háganlo, porque no aguanto
más"
Se
lo dijo la mujer a los delincuentes que
la tuvieron secuestrada 4 días. La Policía
ubicó el lugar del cautiverio. Y los secuestradores
se entregaron por TV.
María
del Carmen López de Barceló, la esposa
de un empresario sanjuanino que había
sido secuestrada el viernes, ya casi no
tenía esperanzas. En esos días apenas
había comido algunas galletitas y sufría
amenazas. "Les dije que si me iban a matar
lo hicieran, porque no aguantaba más",
dijo ayer, apenas fue liberada por sus
captores que, rodeados y sin salida, se
entregaron delante de las cámaras de un
canal de televisión.
Los
dos secuestradores que estaban en ese
momento en la casa fueron detenidos. Un
tercero fue apresado cuando regresaba
a la casa luego de comprar comida. Y hubo
un cuarto detenido en Córdoba. En una
conferencia de prensa que dio a la noche,
la mujer contó que los delincuentes interceptaban
la frecuencia de radio policial.
La
policía dio datos sobre dos de los detenidos.
Se investiga si "Tato" Cabrera y José
Luis Bravo, ambos cordobeses, tienen vinculación
con la banda que hace dos semanas secuestró
al hijo de un financista en Córdoba (ver
Creen que la banda...").
María
del Carmen López es la esposa de Eduardo
Barceló, un empresario provincial del
transporte de combustibles. Tres hombres
que aprovecharon el ingreso de la empleada
doméstica de la familia la sacaron de
su casa el viernes pasado, a las 7.45.
Cuando se la llevaron, la mujer todavía
estaba en camisón.
En
las primeras horas del sábado se inició
la negociación. El domingo, el esposo
de la mujer confirmó que hubo un pedido
de rescate. Se habló de un monto de 300.000
pesos que no llegaron a ser entregados:
Eduardo Barceló quería mayores garantías
de que su esposa estuviese con vida. En
una llamada, Barceló escuchó la voz de
su mujer, pero sospechó que podría tratarse
de una grabación. Sin embargo, anoche,
durante la conferencia de prensa, la mujer
confirmó que era ella la que estaba del
otro lado de la línea, pero que no podía
decir ni una letra más que lo que le indicaban
los secuestradores.
En
tanto, la Policía y la Gendarmería rastrillaban
la provincia. Los investigadores salieron
a consultar en hoteles, a remiseros, chequearon
listas de viajeros, de pasajeros de ómnibus
y de aviones y también buscaron las posibles
vinculaciones con la delincuencia local.
Un
dato que aportó la empleada de los Barceló
fue muy importante en el esclarecimiento
del secuestro: la mujer dijo que, por
la forma de hablar, los secuestradores
no parecían sanjuaninos. Con esa hipótesis,
los investigadores hicieron un mapeo de
las propiedades alquiladas en los últimos
tiempos. Varias de las viviendas detectadas
pertenecían a la zona sureste del Gran
San Juan.
Una
de las casas vigiladas había sido alquilada
tres semanas atrás. Está en una esquina
en el barrio Solares IV, en la zona de
Santa Lucía, a unas 30 cuadras del centro.
La casa es pequeña y moderna, en un típico
barrio de clase media. Pero algo llamó
la atención. Tenía las rejas cubiertas
con tela media sombra y sus habitantes
se movían casi exclusivamente de noche.
Cerca
de las 11 de ayer, la policía decidió
entrar de sorpresa. Los dos delincuentes
que vigilaban a la secuestrada no esperaban
la irrupción de los policías y cuando
estos rompieron un vidrio para ingresar,
alcanzaron a manotear sus armas. Al mismo
tiempo, tomaron del cuello a la mujer
y se arrinconaron sentados sobre un colchón,
el único elemento que había en la pequeña
habitación.
Nervioso,
uno puso el arma a la altura de las costillas
de María del Carmen y el otro le apuntó
a la cabeza. "No tiren. La vamos a entregar,
pero primero queremos que entre la televisión
y que transmita en directo", le dijeron
al jefe de Policía, el comisario Carlos
Alcayaga, que encabezaba el operativo.
Alcayaga consultó con el juez federal
Leopoldo Rago Gallo, quien tiene a su
cargo la investigación del caso, y accedieron
al pedido.
El
camarógrafo de Canal 8, José España, logró
ingresar a la casa unos minutos después
(ver El camarógrafo..."). España grabó.
Uno de los delincuentes —morrudo, de anteojos—
rodeaba con su brazo el cuello de la mujer,
que parecía estar lastimada: una enorme
venda le cubría la cabeza. Después explicó
que no estaba herida y que ésa era la
venda que utilizaban para impedirle la
visión. El otro secuestrador tenía un
jean sobre su mano izquierda, intentando
ocultar algo. La mujer lucía cansada,
ojerosa.
Finalmente,
los secuestradores se entregaron. Más
tarde, la mujer contó algunos detalles
de su detención. Dijo que sólo le daban
de comer algunas galletitas y bebía agua.
"Permanentemente me amenazaban con matarme,
porque decían que mi marido no entregaba
el dinero", relató, todavía nerviosa.
Tampoco sabía si era de día o de noche.
"Me daba cuenta por el canto de los grillos,
o porque no se escuchaban ruidos de la
calle".
Estuvo
siempre esposada y no la dejaban hablar.
"Si tu marido paga, te soltamos. Si no,
te matamos", le decían.
Abrazada
por su esposo, la mujer salió ovacionada
por los vecinos. Los delincuentes fueron
insultados por la multitud, que se había
juntado en el barrio para ver en persona
el final de lo que le estaba mostrando
la televisión. |
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